Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "La angustia", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Notas y comentarios
Sesión del 27 de febrero de 1963

Contratransferencia y deseo del analista

1 - Interludio y debates

Esta sesión del 27 de febrero retoma el seminario tras las vacaciones de invierno.
En realidad, el seminario debía retomarse el 20 de febrero. Pero anticipando su ausencia para esa fecha, al final de la sesión del 30 de enero Lacan solicita a Granoff y Perrier que tomen la palabra en su lugar y comenten los artículos de Thomas Szasz ("
On the Theory of Psychoanalytic Treatment") y Bárbara Low ("Las compensaciones psicológicas del analista").
Perrier se ajusta a dicho pedido y comenta el artículo de Thomas Szasz (
1). Granoff, en cambio, no se limita al artículo de Bárbara Low e incluye otras referencias ordenando su intervención como una exposición sobre el tema de la contratransferencia (2). Esa serie de comentarios se completa en esta sesión del 27 de febrero, con una exposición de Aulagnier (3) y unos comentarios de Granoff, en los que vuelve a referirse a uno de los textos que incluyó en su exposición del 20 de febrero, el de Lucia Tower.
Esta inclusión no parece haberle agradado a Lacan: "Me ha parecido ver cierta señal de evasión en el hecho de que Granoff nos haya remitido a una forma más moderna de intervención con el artículo de Lucy Tower". Y sin dejar de cumplir con las formalidades del agradecimiento, agrega que él no habría abordado ese artículo este año, "pero ahora ya no lo podemos evitar" (
4).

Para contextuar esta tensión, cabe recordar que, en paralelo con el desarrollo de este seminario sobre la angustia, en particular durante el año 1963, va culminando la batalla política de la IPA contra Lacan. Tal como lo referimos en las notas y comentarios sobre el acting out, de la sesión del 23 de enero, en ocasión de las ironías de Lacan respecto a Greenacre y Lampl de Groot (ver notas al pie número 11 y 12), tras los rechazos a la solicitud de afiliación realizados por la Sociedad Francesa de Psicoanálisis, entre 1961 y 1963 se desarrolla una intensa negociación, enmarcada en el conjunto de las 20 recomendaciones establecidas por el Congreso Internacional de Edimburgo (de 1961), cuyo punto 13 exigía el apartamiento de Lacan y Dolto de las funciones didáctas y del programa de enseñanza (5). El no reconocimiento del valor didáctico (condición indispensable para quien pretendiera, algún día, poder ser miembro de la IPA) de los análisis realizados por Lacan, y la situación ambigua para el resto de los didactas de la SFP, en tanto esta no fuera reconocida por la IPA, fueron algunos de los elementos de presión ejercidos por la dirección de la IPA. Esta política se extremó con las propuestas de afiliación individual y directa a la IPA, siendo el primer caso aprobado, el de Granoff (6).

Granoff formaba parte, con François Perrier y Serge Leclaire, de la "troika" que representaba a la SFP en estas negociaciones con la IPA. Finalmente, cuando se vence el ultimátum fijado por el congreso de Estocolmo para resolver la expulsión de Lacan (que provocará el cisma final entre Lacan y la IPA, con la consiguiente disolución de la SFP y la creación de la Escuela Freudiana de París), mientras Perrier y Leclaire siguen con Lacan, Granoff se irá con la IPA. En un reportaje que le hicieron en 1994, Granoff señala que "yo no era, con respecto a Lacan, ni su analizante ni su controlante [se diferencia Perrier y Leclaire] (...) Lacan, para mí, era un hermano mayor, y con relación a un hermano mayor, es trivial, como nos lo muestra la tragedia, que surja un momento en que nos vemos llevados a desenvainar. En Chicago, yo conocí a alguien que era un hermano [se refiere a Maxwell Gitelson, el presidente de la IPA, con el que estuvieron negociando el reconocimiento de la SFP], pero no un hermano mayor" (7)

2 - Contratransferencia

En su intervención en la sesión del 20 de febrero (ver aquí), Granoff intenta ir más allá del simple comentario de un texto, se pregunta "por dónde encararlos, por dónde abordarlos, dado el hecho de que fue Lacan quien nos pidió que lo hiciéramos y que nos lo pidió con cierto espíritu, pues en dichos artículos debíamos apreciar qué era, como se dice en inglés, relevant o irrelevant para lo que nos estaba enseñando en ese momento", es decir, precisar el tema o la problemática en el que se contextúan.
Su conclusión es que estos artículos no solo abordan el problema del final de análisis o las metas del análisis (como lo había señalado Lacan al proponerlos, al final de la sesión del 30 de enero), sino también el tema de la contratransferencia, lo cual implica una particular dificultad ya que, a su juicio, "con respecto a la contratransferencia, en el fondo puede decirse que las cosas todavía no están maduras, y por diversas razones uno se sentiría poco inclinado a ellas". No obstante lo cual, asume el desafío y aborda el comentario del artículo propuesto de Bárbara Low en un contexto de repaso de la problemática de la contratransferencia en la historia del psicoanálisis, motivo por el cual, no se limitará a dicho artículo sino a los de Margaret Little, Thomas Szasz y Lucia Tower.

Quizás sea este "desvío" el que haya causado la molestia de Lacan, ya que el tema de la contratransferencia lo conduce al problema del deseo del analista: "ninguno de los autores en cuestión, trátese de Szasz o de la propia Bárbara Low, o trátese, más aún, de Margaret Little - y en seguida diré en qué consiste el avance de la cuestión en las prodigiosas confidencias de Lucy Tower (...) puede evitar situar las cosas en el plano del deseo" (8)
En efecto, el término contratransferencia apunta al "compromiso del analista, a propósito del cual ustedes ven producirse en esos textos las vacilaciones más extremas, desde la responsabilidad al cien por cien hasta la más completa retirada" (
9). El problema, entonces, no es la contratransferencia en sí, sino el estado de confusión en que la misma se plantea. No obstante lo cual, hay una significación a la que ninguno de estos autores podría escapar, la del "deseo del analista".

Repasemos un poco estos textos

2.1 Bárbara Low

Bárbara Low era una profesora de literatura inglesa. Fue introducida al psicoanálisis por su cuñado David Eder, uno de los miembros del pequeño grupo de psicólogos y psiquiatras que actuaban en Inglaterra antes de que Jones fundara la London Society en 1913. Se analizó primero con Sachs (en Berlín), y luego con Jones, y participó de la fundación, en 1919, de la British Psychoanalytical Society. Fue una de las primeras analistas "legas". Se dedicó al psicoanálisis con niños, y luego se alineó con Anna Freud en el conflicto con Melanie Klein.

En su artículo (ver aquí), Bárbara Low se pregunta, respecto al "acuerdo acerca de la necesidad de un análisis tan completo como fuese posible para el aspirante a analista", si "este reconocimiento, ¿nos lleva suficientemente lejos?". Para ella, debemos sincerarnos y reconocer que "en los hechos sabemos que esto es más que nada una imagen ilusoria, una quimera, salvo en los casos de naturalezas excepcionales. Sabemos que la situación analítica puede ser usada por el analista, como lo es para el paciente, para la gratificación de deseos inconscientes, especialmente los relativos a las fases pregenitales y genitales infantiles". Está claro que "tales gratificaciones deben ser negadas si se quiere evitar que el análisis fracase", pero "renunciar a perpetuidad a las gratificaciones del niño amado y omnipotente, del reverenciado padre omnisciente, del exhibicionismo, del sadismo, del masoquismo no es algo fácil de lograr; tampoco lo es el entregarse a una incertidumbre intelectual, el quedar en posición de suspender los juicios, el abandonar el deseo de aportar soluciones rápidas. Más difícil aún, tal vez, es el abandono de los patrones superyoicos en favor de una perspectiva más libre y de un más pleno desarrollo yoico, mientras que el paciente puede decirse que se da el lujo de todos estos privilegios".
En suma, "desde que no puede existir nunca la persona "completamente analizada", desde que el Ello y su poderosa fuerza nunca puede ser totalmente analizada, desde que (según Freud nos ha mostrado) el inconsciente no puede tolerar más que un cierto grado de privación sin compensación parece que estamos postulando una situación ficticia a menos que tal compensación se diese en algún futuro".
¿Cuales pueden ser esas "compensaciones"?

La respuesta de Bárbara Low se ajusta a su concepción del proceso analítico como un movimiento de vaivén entre introyección y proyección del material presentado por el paciente. A su juicio, el mismo "puede equipararse a la relación del artista con el mundo exterior sobre el cual trabaja". En esta concepción del proceso analítico, juega un rol importante la participación de las emociones del analista, en ese punto intermedio entre la introyección y la proyección. Cuando esa intervención obstaculiza el proceso, tendremos una contratransferencia entendida en el sentido clásico, es decir, como un elemento negativo, que debe ser eliminado o reducido. Pero para Bárbara Low, esa intervención también puede ser provechosa si, como en el caso del artista, le habilita al analista una mejor visión de los problemas en juego: "puede ser el momento que evoque la energía del Ello del analista dirigida hacia el material (del paciente) que es ahora una parte de si mismo, y así liberar nuevas y más ricas fantasías acompañadas por una placentera sensación de movimiento, acción, actividad (movement). Como resultado debe haber una actitud mucho más favorable por parte del analista, con una disminución de su hostilidad inconsciente". Para Bárbara Low, esta posibilidad de dejar de ser meros "espectadores" y pasar a ser partícipes mas plenos de un proceso de creación, esta situación "vivir de" ("living from") la experiencia, permitirá "el desarrollo del analista en dos direcciones: puede usar mucho más (y más libremente) su mente consciente, y puede traer a la luz un mayor sector de su inconsciente".

Una de las analogías a las que acude Low para dar cuenta del sentido de este "vivir de" ("living from") es la de las comidas: "tal como una comida compartida por dos personas es algo totalmente diferente de dos comidas individuales, así también una nueva creación se desenvuelve a partir de este vivir compartido, lo que resulta en un mayor desarrollo del paciente". En otros términos, Bárbara Low propone el análisis como un "co-operative love-feast" ("banquete amoroso participativo"). Según ella, tomar el material introyectado, poner en él, ley, orden y unidad, para luego proyectarlo en nuevas formas, gratifica deseos sublimados. Y ese es el modo de trabajo tanto del artista como del hombre de ciencia, y del analista. No se trata de jugar el rol del profeta o salvador, pero si de "convertirnos en los enamorados del material proyectado por el paciente y hacerlo nuestro introyectado "objeto bueno". Es este amor el que va a permitir el proceso que yo he llamado "participar-en", si es suficientemente fuerte como para permitir la liberación de las fantasías placenteras del analista".

La otra referencia que propone para pensar ese "vivir de", son los consejos que Hamlet le da a la troupe de actores que va a interpretar la escena del asesinato del rey, que Bárbara Low transcribe del siguiente modo: "Be not too tame ... in the very torrent, tempest, and (as I may say) whirlwind of passion, you must acquiere and beget a temperance". En la traducción de Sheila Relliham (de la Ficha Nº 5 de la EFBA, serie Referencias, ver aquí) tenemos: "No sean demasiado mansos (sumisos, dóciles)… en el mismo torrente, tempestad y remolino de la pasión deben adquirir y producir templanza, sobriedad". En su comentario de este texto (ver aquí), Granoff se detiene en esta cita. En primer lugar para precisar la traducción de "tame", que, como acabamos de ver, Relliham tradujo por "mansos (sumisos, dóciles)", pero cuya traducción más precisa sería "timoratos". En segundo lugar, para precisar que en el original (de Shakespeare), ese "Be not too tame" no es el comienzo de párrafo donde prosigue el resto de la cita, sino el comienzo el párrafo siguiente al que contiene el resto de la cita (10). Con lo que, a juicio de Granoff, Low no encuentra en Hamlet algo que le sirve para pensar el análisis, sino que pone en boca de Hamlet lo que ella piensa o quiere proponer como orientación a los psicoanalistas.
Como bien señala Gloria Leff, esto no lo exime de repetir un error similar en sus comentarios sobre el término "Termagant" (
11), ya que su análisis de este personaje lo lleva a considerarlo como "investido de omnipotencia" y sin "ninguna clase de laguna", cuando en realidad refería, hasta el siglo XVII, a una deidad pagana irascible (un marimacho, una serpiente o amazona), y luego terminó representando una mujer castrante (12). En la obra de Shakespeare, "Termangant" es un personaje despótico, vociferante y gesticulador, cuya función es representar al villano.

Gloria Leff resume del siguiente modo, las tres concepciones del analista que resultan de este cruce de referencias respecto al artículo de Bárbara Low (13):

2.2 Margaret Little

El artículo de Margaret Little (disponible aquí) ya fue abordado por Lacan en la sesión del 23 de enero (ver notas y comentarios) para señalar el lugar del objeto a en el duelo (y en la cleptomanía), y sobre todo, analizar la "función de corte".

Ver también los comentarios de Piera Aulagnier sobre ese artículo

2.3 Lucía Tower

Granoff introduce el artículo de Lucia Tower, asociando uno de sus casos al "banquete amoroso" de Bárbara Low. Se trata de una paciente "sumamente molesta, que la insulta más allá de lo que ella puede tolerar", a la que Lucía Tower clava en su cita, yéndose a almorzar. Al regresar al consultorio, se entera, por su secretaria, que la paciente se había retirado encolerizada. Pero al otro día, la sorpresa es mayor al verificar que, más allá de algunos reclamos, la paciente termina confesandole: "Francamente, no la puedo censurar". Para Granoff, "aquí se trata manifiestamente de un acting-out: esa comida deliciosa que ella toma a causa de todas las venenosas virtudes del objeto que le propone su paciente".

Retomaremos en detalle el articulo de Lucia Tower cuando analicemos la lectura que hace Lacan de él (ver notas y comentarios)

2.4 Thomas Szasz

Thomas Szasz nació en 1920 en Budapest, Hungría. Recibió entrenamiento en psicoanálisis en el Chicago Institute for Pshychoanalysis, y fue miembro de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana y de la Asociación Psicoanalítica Americana (14)

En cuanto a la concepción del análisis, en el caso de Szasz, para Granoff "se trata de todo lo que deriva de la aplicación del saber, es decir, de la posibilidad de probarse que se ven correctamente las cosas". La posición que defiende Szasz es la del ejercicio de un poder asociado al saber. De ahí que su preocupación consista en asegurarse de la validez de dicho saber, es decir, de su caracter científico.

Perrier (ver aquí), por su parte, entiende que "Szasz concibe el análisis como elemento de conquista, sin anexarle todos los problemas psiquiátricos. Toma el modelo del juego de ajedrez: hay que definir las reglas que estructuran la situación y el objeto del análisis como inherente a las reglas. Es el conjunto de las reglas del juego lo que determina la naturaleza de éste y funda su identidad misma". Esta posición es tan radical que Szasz entiende que para poder jugar, es preciso que los jugadores sean de fuerza poco más o menos comparable: "es preciso que el analizado tenga un yo sólido, que pueda concordar con las reglas del análisis. Ciertos sujetos deben ser rechazados: que jueguen a las damas, es decir, que hagan psicoterapia". En otros términos, desde un punto de vista poco habitual, Szasz "critica así el objetivo médico del psicoanálisis que culmina en un desplazamiento de la técnica y de la disciplina". La mira del análisis será una actitud científica en el estudio cada vez más profundo del sujeto con relación a si mismo: sus objetos internos, su pasado, su presente; y esto es bien inherente a las reglas. "El análisis no es un método de aplicación de un saber, sino una búsqueda de lo verdadero, búsqueda definida como ciencia exacta, verdad objetiva, esto es, verdad del deseo"

Esta crítica a los objetivos médicos lo fue llevando hacia la antipsiquiatría. De hecho, su artículo más famoso data de poco más de tres años después al que el que estamos comentando (se trata de "El mito de la enfermedad mental", disponible aquí, en inglés)

Notas

(1) Ver intervención de Perrier el 20 de febrero 1963

(2) Ver intervención de Granoff el 20 de febrero 1963

(3) Ver intervención de Aulagnier el 27 de febrero de 1963

(4) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 162.
Lacan vuelve a señalarlo en la sesión de 13 de marzo cuando señal la contratransferencia sería "una vía que quizás no sea, ya lo he dicho, exactamente por laq ue por mi mismo habría decidido. Ya verán lo que quiero decir con esto" (página 193, Paidós)

(5) Jacques-Alain Miller, "Escisión, Excomunión, Disolución. Tres momentos en la vida de Jacques Lacan", editorial Manantial, Buenos Aires 1987, página 123

(6) Idem, página 170/1
Extracto de la sesión administrativa del XXIII Congreso Internacional de la IPA, en Estocolmo, 31 de julio 1963. Informe de M. Gitelson (Presidente de la IPA). El tercer punto recomienda a la Asociación "la elección del Dr. Granoff, miembro de esta Sociedad, como miembro (de la IPA) a título personal". Consecuentemente, "la votación a mano alzada, tarjeta roja en mano, determina una mayoría de dos tercios para la elección del Dr. Granoff, que se recibe con aplausos"

(7) Wladimir Granoff, "Lacan, Ferenczi, Freud", epeele (Editorial Psicoanalítica de la Letra) (ver presentación), página 23
La entrevista, titulada "Palabras sobre Jacques Lacan", fue publicada originalmente en el número 58 de la revista "l'Infini", en 1997. Participaron de la misma Alain-Didier Weill, Emil Weiss, Eric Atlan y Florence Gravas.
El libro publicado por Epeele es muy interesante y muy recomendable.

(8) Jacques Lacan, op. cit., página 163

(9) Idem

(10) Ver aquí. Acto III, Escena 2.

(11) Gloria Leff, "Juntos en la chimenea. La contratransferencia, las "mujeres analistas" y Lacan", Epeele, México, 2007 (ver presentacion), páginas 77/8

(12) Idem, página 78

(13) Idem

(14) Sobre Thomas Szasz, ver su sitio personal, ver en Wikipedia. Entre sus materiales disponibles: "The myth of mental illness" (1960), "El segundo pecado" (1972)

 

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