Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "La angustia", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Notas y comentarios
Sesión del 19 de diciembre de 1962

Ordenamiento general

Este capítulo lleva por título "Lo que no engaña", tiene tres partes, y los subtítulos propuestos por JAM en el epígrafe son los siguientes:

En la primera sección, por la vía de la referencia a Ferenczi, Lacan retoma los cuestionamientos a la mudanza erógena del clítoris a la vagina, postulada por Freud y varios postfreudianos. Para Lacan, "reconocer la necesidad del lugar vacío en un punto funcional del deseo, y constatar que la propia naturaleza, la fisiología, no ha encontrado en otro lugar su punto funcional mas favorable, nos libera del peso de esas paradojas que han hecho imaginar tantas construcciones míticas alrededor del supuesto goce vaginal".
Análogamente, las discusiones sobre la ubicación de la histeria, al comienzo o al final de las supuestas fases evolutivas, ponen de relieve "la estructura sincrónica y constituyente del deseo" donde "el lugar del blanco, el lugar del vacío, desempeña siempre una función esencial".

A partir de ahí, la segunda sección retoma lo que Lacan llama "la estructura de la angustia", a saber, que "la angustia está enmarcada", del mismo modo que lo está el fantasma, como lo muestran el sueño del hombre de los lobos el dibujo de la paciente esquizofrénica de Jean Bobon. La angustia surge cuando en ese marco aparece lo heimlich, "y por eso es falso decir que la angustia carece de objeto". Justamente, ese objeto es diferente de aquél "cuya aprenhensión está preparada y estructurada por la rejilla del corte", ese corte sin el cual la presencia del significante, su funcionamiento en lo real, es impensable. La angustia es el instante previo, es el corte mismo, que se abre y deja aparecer "lo que no engaña".

En ese sentido, la angustia escapa al juego del pensamiento que intenta dominar los fenómenos para hacer de ellos un significante. La angustia abre a lo real, y esa es la referencia que se despliega en la tercera sección.
Primero, lo real como imposible, tal como lo ilustra el caso del pequeño Hans. Luego lo real como goce, tal como lo ordena el Dios de los judíos y el superyó.

Vover al índice de notas y comentarios de la sesión del 19 de diciembre 1962