Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "La angustia", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Notas y comentarios
Sesión del 16 de enero de 1963

El caso de la joven homosexual femenina
La promoción del falo al lugar del a

Como señalamos en las notas y comentarios de la sesión anterior sobre transferencia y objeto parcial, Lacan apelará al caso de la joven homosexual femenina no solo para presentar la estructura del pasaje al acto, sino también para discutir con Freud la cuestión de los límites del análisis, y la función del objeto a en la transferencia.

En ese sentido, lo primero que cabe señalar son las distancias que Lacan toma respecto de su propia lectura de ese caso, realizada en las sesiones del seminario sobre las relaciones de objeto (sesiones del 9, 16 y 23 de enero 1957) (ver notas y comentarios), donde, siguiendo de cerca a Freud, había situado el gesto de la joven homosexual como un "acto simbólico", en función del equívoco del niederkommt (1). Ahora, este término ya no será interpretado como una fantasía de parto sino como un "se deja caer" (con la ayuda de algunos forzamientos respecto al texto de Freud: ver notas y comentarios) que permitirá establecer las coordenadas doctrinales de un hecho de estructura: "el niederkommen es esencial en toda súbita puesta en relación del sujeto con lo que él es como a" (2)

En 1957, cada cambio en la configuración subjetiva del caso, era leída en términos de operaciones destinadas a sostener el eje simbólico ante el aplastamiento sobre el eje imaginario provocadas por ciertas situaciones (nacimiento del hermano menor, rechazo de la Dama). La lectura del caso mostraba cómo, en cada ocasión, se sostenía la dimensión simbólica del falo. Consecuentemente, el desencadenante de la caída del puente es leído como respuesta al corte que la Dama pretende establecer en su relación con la joven. En efecto, "la joven se queda sin recursos. Hasta ese momento había resultado bastante frustrada de lo que debía habérsele dado, o sea el falo paterno, pero había encontrado el medio de mantener el deseo por la vía de la relación imaginaria con la dama. Cuando ésta la rechaza, ya no puede sostener nada. El objeto se ha perdido definitivamente, y ni siquiera aquella nada en la que se ha basado para demostrar a su padre cómo se puede amar tiene ya razón de ser. En ese momento, se suicida. Como Freud subraya, esto tiene igualmente otro sentido, el de una pérdida definitiva del objeto. El falo que se le niega definitivamente, cae, niederkommt. La caída tiene aquí valor de privación definitiva y también de mímica de una especie de parto simbólico" (3)

Ahora, la lectura será completamente diferente puesto que, muy contrariamente, ya no se trata de sostener la equivalencia del deseo y la ley sino de precisar un más allá de este impasse que, en términos de transferencia y fin de análisis, se expresa como el obstáculo de la roca viva de la castración freudiana.

Lacan comienza reseñando la secuencia de situaciones presentadas en el historial freudiano (4), resaltando la escena del cruce con "la mirada cargada de irritación" del padre (5). Pero, como anticipamos, el niederkommt ya no será pensado como un acto simbólico destinado a sostener el falo simbólico. Al contrario, "el salto se produce en el momento mismo en que se cumple, en lo absoluto de un sujeto que sólo nosotros, analistas, podemos concebir, la conjunción del deseo y de la ley" (6), es decir, ante la imposibilidad de sostener esa conjunción, en el punto en que el sujeto queda súbitamente en relación "con lo que él es como a" (7)

Para comprender esto debemos precisar los términos del acting-out previo y de su relación con el pasaje al acto.

Luego de la decepción que le produjo el nacimiento de su hermano, la joven homosexual se dedica a "hacer de su castración de mujer lo que hace el caballero con su Dama, o sea, ofrecerle precisamente el sacrificio de sus prerrogativas viriles, lo cual, por inversión de dicho sacrificio, hacía de ella el soporte de aquello que falta en el campo del Otro, o sea, la garantía suprema de que la ley es ciertamente el deseo del padre, de que se está seguro de ello, que hay un gloria (ley) del padre, un falo absoluto, (...) Su resentimiento y su venganza son esta ley, este falo supremo. La , he aquí donde la pongo" (8)

Que significa esto? Que la joven desarrolla toda la escena para la mirada del padre, con cuyo encuentro especula, hasta el momento en que esto ocurre realmente y la desaprobación que percibe en esa mirada le quitan todo su valor a la escena. El pasaje al acto interviene entonces como solución imperiosa ante la necesidad de que cese esa confrontación de la escena con la mirada.

En su excelente análisis de este caso, Allouch señala que si el padre hubiese sido psicoanalista hubiera cabido la posibilidad de presentarle "una mirada que no veía nada", con lo cual "habría quedado abierto el camino para que la hija se diera cuenta de que la mirada que veía indignada no era tanto la de su padre, sino más bien la suya, la que ella lanzaba sin saberlo sobre su aventura con la dama; mediante lo cual la inevitable ruptura con esa dama hubiera tomado un giro muy distinto" (9)

Veamos más en detalle la estructura de la escena y qué significa esta "súbita puesta en relación del sujeto con lo que él es como a"

Edipo quiere decir que "el deseo del padre es lo que hace la ley" (10). El mandato, a la vez, constituye y prohibe al objeto. El falo es la ley del deseo del padre, es la prohibición de la madre, y se inscribe como castración, es decir, -. Pero el falo en juego en la escena no es este -de la castración. A partir de su decepción, por inversión del sacrificio de "su castración de mujer", la joven homosexual hace de ella el soporte de , transforma ese - en , positiviza el falo, positiviza su falta, haciéndola don de lo que no tiene. Lacan lo dice prestándole palabras a la joven homosexual: ya que "no pude ser yo tu mujer sumisa ni tu objeto, Ella será mi Dama y yo seré, por mi parte, quien sostenga, quien cree la relación idealizada con aquello que de mi misma fue rechazado, aquello que de mi ser de mujer es insuficiencia" (11). Ella sostiene esa relación idealizada con aquello que de su ser de mujer es insuficiencia, dando lo que no tiene, y así transforma su castración (-) en , el falo absoluto, la garantía de la ley del padre.

Esto es lo que instrumenta y sostiene la escena del amor a la "dama", el acting out. Y lo que permanece escondido en esa escena es para quién se monta: la mirada del padre. Por eso la situación no se sostiene luego del encuentro: la escena no puede confrontarse con la mirada. La escena solo puede sostenerse en la medida en que esa mirada está ausente. Convocada, imaginada, pero ... ausente. El sujeto, como a, está en el cuadro de amor de la joven homosexual con su dama, "potencialmente ofrecido a la mirada del padre", en aquello que, de ese cuadro, es portador , es decir, el don del falo a la dama, "un falo que no está negativizado, sino que por el contrario, se escribe " (12).

Esta correspondencia con la ley, con el deseo del padre, es la que generará el problema. ¿Porqué? Porque en lugar de tener al -(su castración) como garantía del Otro, al emplazar esta falta en el amor cortés por la "dama", al hacerse sostén de la relación idealizada, el Otro no está barrado. Por eso es fundamental que la escena no sea vista por el padre. Mientras no se encuentra con esa mirada, la joven olvida su propia castración y juega a la equivalencia de su propio deseo y la ley del padre. Pero esa equivalencia vacía la falta como garantía del Otro, y reduce su deseo a una demanda.

Esto es lo que explica porqué la joven tuvo que tirarse del puente, y no le bastó con un simple desmayo.
Esto hubiera sido viable para una posición subjetiva barrable, tachable, susceptible de un fading. Pero en el acting out, el sujeto está en la mostración, en aquello de lo que esa escena es portadora, es decir, el don del falo a la "dama", el falo positivizado. Al producirse el encuentro, la construcción se desarma, y la joven se ve confrontada "con la ley que se presentifica en la mirada del padre. Esto es lo que la hace sentirse definitivamente identificada con a, y al mismo tiempo, rechazada, expulsada, fuera de la escena. Y esto, sólo puede realizarlo el dejar caer, el dejarse caer" (
13).

Cuando se encuentra con la mirada del padre, la joven se ve confrontada a ser todo lo que la escena, el acting out, estaba destinado a significar que ella era, a saber, esa mirada. En ese momento se produce la equivalencia de con a, ya que la mirada del padre (a) es la escena , y la escena () es la mirada del padre. En esto consiste esa "súbita puesta en relación del sujeto con lo que él es como a" que desencadena el pasaje al acto, el niederkommen.

Es esta "promoción del falo, en cuanto tal, al lugar de a" (14) lo que Lacan quiere subrayar en el caso de la joven homosexual, ya que lo que busca precisar, en su discusión con Freud, es "la cuestión de saber cómo operar al nivel del complejo de castración". Justamente, la discusión del caso incluirá el análisis de porqué "Freud se da por vencido (...) toma la iniciativa de dejarla" (15)

Ese problema será retomado y desarrollado más puntualmente en la sesión siguiente, del 23 de enero (ver notas y comentarios sobre la asociación entre este término freudiano y la formalización de Lacan del pasaje al acto, notas y comentarios sobre acting out, y notas y comentarios sobre el pasaje al acto de Freud), pero aquí ya aborda los obstáculos que se presentan en el análisis de la joven homosexual, en particular, la cuestión de que todo parece transcurrir sin consecuencias, todo pasa "como el agua por las plumas de un pato" (16), retomando para ello los señalamientos del propio Freud respecto de la hipnosis y la neurosis obsesiva (17). En particular, respecto de la hipnosis, Lacan señala que "la única cosa que no se ve en la hipnosis es precisamente el propio tapón o la mirada del hipnotizador, a saber, la causa de la hipnosis. La causa de la hipnosis no se revela en las consecuencias de la hipnosis" (18). Lo cual sugiere cierta equivalencia entre las posiciones de Freud y el padre de la joven homosexual, cuestión que habilita a ciertas preguntas y malentendidos (ver notas y comentarios).

Para completar estas notas, cabe mencionar la anticipación que Lacan hace de la relación del objeto a con el duelo: "llevamos luto y experimentamos sus efectos de devaluación en la medida en que el objeto por el que hacemos el duelo era, sin nosotros, saberlo, el que se había convertido en soporte de nuestra castración. Cuando nos retorna, nos vemos como lo que somos, en la medida en que nos vemos esencialmente devueltos a esa posición de castración" (19). En otras palabras, en el duelo, el sujeto también se ve confrontado "con lo que él es como a". Pero a diferencia del caso de la joven homosexual, ahi no tenemos una confrontación del deseo y la ley, ni una escena de donde "caer". Veremos más adelante como Lacan retoma este problema del duelo (ver notas y comentarios)

Notas

(1) Coincidiendo con Freud en que dicho "acto simbólico" combinaba un "cumplimiento de castigo" (Straferfullung) y un "cumplimiento de deseo" (Wunscherfullung) de "tener un hijo con su padre".
Sigmund Freud, "Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina", Obras Completas, Editorial Amorrortu,
Tomo XVIII

(2) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 123

(3) Jacques Lacan, El Seminario, Libro IV "Las relaciones de objeto", Editorial Paidos, página 149

(4) Sigmund Freud, op. cit.

(5) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 123

(6) Idem

(7) Idem

(8) Idem, página 124.
Cabe señalar que en las versiones Seuil y Paidos dice "gloria del padre" ("gloire du père"), pero en la estenotipia (y en la versión Roussan) dice "loi du père". Hay cierta homofonía entre "loi" y "gloire", pero no se porque Miller ha preferido transcribir la exaltación de la "gloria" ("gloire") a la precisión de la "ley" ("loi")

(9) Jean Allouch, "La sombra de tu perro. Discurso psicoanalítico, discurso lesbiano", Editorial Cuenco de Plata, página 31

(10) Jacques Lacan, op. cit., página 120

(11) Idem, página 124

(12) Jean Allouch, op. cit., páginas 32/3

(13) Idem, página 125

(14) Idem, página 126

(15) Idem

(16) Jacques Lacan, op. cit., página 125

(17) Sigmund Freud, op. cit., página 156
"La impresión que daba su análisis se asemejaba a la de un tratamiento hipnótico en que la resistencia, de igual modo, se ha retirado hasta una determinada frontera donde, después, resulta inexpugnable. A esa misma táctica rusa (así podría nombrársela) obedece la resistencia muy a menudo en casos de neurosis obsesiva, que, por eso, durante cierto lapso brindan los más claros resultados y permiten una intelección profunda de la causación de los síntomas. Y uno empieza entonces a maravillarse de que unos progresos tan grandes en la comprensión analítica no traigan consigo el más leve cambio en las obsesiones e inhibiciones del enfermo, hasta que, por fin, se cae en la cuenta de que todo lo que se había traído a la luz estaba inficionado por la reserva de la duda, tras cuya muralla protectora la neurosis podía sentirse segura"

(18) Jacques Lacan, op. cit., página 125

(19) Idem

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