Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "La angustia", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Notas y comentarios
Sesión del 22 de mayo de 1963

El espacio y el ojo

Volvemos al nivel del ojo que es también el del espacio, para precisar lo que este nos presenta de característico en su relación con el deseo.
La estructura de la función del deseo como tal es el objeto a, en tanto que no solo está separado, sino también elidido, siempre en otro lugar que donde soporta el deseo, y sin embargo siempre en relación profunda con él.
En ningún lugar es más manifiesto el caracter de elusión que al nivel de la función del ojo..

El espacio, los cuerpos y el objeto a

El nivel del ojo es también el del espacio, pero no el de la estética transcendental de Kant, es decir, como forma a priori de la sensibilidad.

Lacan tampoco adhiere a los planteos de Berkeley, para quien "esse est percipi et percipere", es decir, el ser de un objeto consiste en su ser percibido, y el ser del espíritu puede ser definido como un percibir.
Esa reducción cognoscente a la percepción conduce a la relativización de la existencia de una sustancia material que sustente las propiedades de los cuerpos, no por la sola abstracción, sino por entender que el lenguaje es lo que hace posible extender observaciones particulares a lo general. Para Berkeley, cuando se habla de un objeto real en realidad se habla de la percepción del objeto. Los cuerpos no son más que haces de percepciones. La realidad de los cuerpos es su condición de ser percibidos y el que las percibe debe por tanto existir.

Para Lacan, el espacio no es una idea.

En el espacio, en apariencia, nada está separado, "el espacio es homogéneo" (1). Un cuerpo en el espacio es, como mínimo, algo que se presenta como impenetrable.
En física, la impenetrabilidad es la resistencia que opone un cuerpo a que otro ocupe su lugar en el espacio: ningún cuerpo puede ocupar al mismo tiempo el lugar de otro. Así mismo, la impenetrabilidad es la resistencia que opone un cuerpo a ser traspasado. Se encuentra en la categoría de propiedad general. Se denomina así a la propiedad que tienen los cuerpos de no poder ser ocupado su espacio, simultáneamente, por otro cuerpo conseguido. La impenetrabilidad se debe a la sustancia que llena su volumen, llamada masa.
"El espacio no tiene más interes que al suponer esta resistencia última a la sección, ya que solo tiene uso real si es discontinuo, es decir, si la unidad que en él interviene no puede estar en dos puntos a la vez" (2)

Esto significa que esa unidad espacial, el punto, no puede ser, en ningún caso, el objeto a.

Retomando el esquema óptico, la forma i(a), mi imagen, mi presencia en el Otro, carece de resto. No se puede ver ahí lo que pierde.
Ese es el sentido de ese esquema, forjado para "fundar la función del Yo Ideal - Ideal del Yo" (3).
Esa es la manera en que funciona la relación del sujeto con el Otro cuando domina la relación especular.

Esa imagen i(a) especular tiene más de una seducción, no solo ligada a la estructura de cada sujeto, sino también a la función del conocimiento. Ella es gestáltica, marcada por la predominancia de la buena forma. Ahora bien, para desgarrar lo que hay de ilusorio en ella, basta con aportar allí una mancha, para ver dónde se fija verdaderamente la punta del deseo. "Lunares y tejidos de belleza muestran el lugar de objeto a, reducido aqui a ese punto cero" (4). El lunar (grain de beauté), más que mancillar la forma, es él el que me mira. Y es porque eso me mira que me atrae tan paradojalmente, a veces más que la mirada de mi partenaire, pues esa mirada después de todo solo me refleja, y en tanto que me refleja, no es más que mi reflejo, vaho imaginario (5).

Lo que nos mira

Que es lo que nos mira? El blanco del ojo del ciego, por ejemplo.
"La angustia emerge en la visión, en el lugar del deseo gobernado por a" (6).
Esa es también la virtud del tatuaje, como lo ilustra el ejemplo que relata Lévi-Strauss del efecto que producían en los colonos, los tatuajes de las mujeres caduveas (7).

Cero a, así es como el deseo visual enmascara a veces la angustia de lo que le falta esencialmente al deseo.

"El objeto a es lo que falta, es no especular, no se puede aprehender en la imagen" (8).
El ojo blanco del ciego es la imagen revelada e irremediablemente oculta, al mismo tiempo, del deseo escoptofílico.
El ojo del propio voyeur se le muestra al Otro como lo que es: impotente.

"La relación recíproca entre el deseo y la angustia se presenta en este nivel específico bajo una forma radicalmente enmascarada, ligada a las funciones más engañosas de la estructura del deseo" (9).

Ahora tenemos que oponerle la apertura que le aporta la función distinta que introdujo con el accesorio del Shofar.

Deseo original

Toma la referencia del seminario que Conrad Stein viene sosteniendo sobre "Totem y Tabú" (10): "Si el deseo fuera primordial, si fuera el deseo de la madre lo que comandara la entrada en juego del crimen original, estaríamos en el terreno del vodevil" (11)..

El origen, según Freud, es el asesinato del padre y todo lo que este impone.
Es del hecho original, inscripto en el mito del asesinato como punto de partida de algo de lo que debemos captar su función en la economía del deseo, "es a partir de ahí, como prohibición imposible de transgredir, que se constituye, en su forma más fundamental, el deseo original" (12).

Pero esto es secundario en relación al objeto esencial que hace función de objeto a, esta función de la voz, y lo que ella aporta de dimensiones nuevas en la relación del deseo a la angustia.

Este es el recorrido por donde toman su valor las funciones - deseo, objeto, angustia - en todas las etapas, hasta la etapa del origen.

Notas

(1) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Edición Paidós, página 273.

(2) Idem

(3) Idem, página 274

(4) Idem

(5) Idem

(6) Idem

(7) Claude Lévi-Strauss, "Anthropologie structurale". Pans, Plon, 1958, p.279 ou Pocket n°7, 1985 p.296 : "L' art caduveo pousse la dislocation à la fois plus loin et moins loin. /... / précisément parce que cette peinture, au lieu de représenter l'image d'un visage déformé, déforme effectivement un visage véritable, la dislocation va plus loin que celle précédemment décrite. Il s'y mêle, en plus de la valeur décorative, un élément subtil de sadisme qui explique, au moins en partie, pourquoi l'attrait érotique des femmes caduveo (exprimé dans les peintures et traduit par elles) appelait jadis vers les rives du Paraguay les hors-la-loi et les chercheurs d'aventure. Plusieurs, maintenant vieillis et installés maritalement parmi les indigènes, m'ont décrit en frémissant ces corps d'adolescentes nues complètement couverts de lacis et d'arabesques d'une subtilité perverse".
Claude Lévi-Strauss, "Antropología estructural", : "El arte Caduveo empuja la dislocación tanto más lejos como menos. / ... / precisamente porque esta pintura, en lugar de representar la imagen de un rostro deformado, deforma efectivamente un rostro real, la dislocación va más allá de lo descrito anteriormente. Se mezcla con él, además del valor decorativo, un sutil elemento de sadismo que explica, al menos en parte, por qué la atracción erótica de las mujeres caduveo (expresada en los cuadros y traducida por ellas) llamaba hacia las orillas del Paraná a los forajidos y buscadores de aventuras de Paraguay. Varios, ahora ancianos y casados ​​entre los nativos, me han descrito con estremecimiento estos cuerpos adolescentes desnudos completamente cubiertos de laberintos y arabescos de perversa sutileza"
Claude Lévi-Strauss dedicó un capítulo entero a su estadía ente los Caduveo en su libro "Tristes Trópicos".
Los caduveos, kadiguedogui, kadiwéus, cadiuéus, mbayá-guaycurú o ediu-adig, son un grupo indígena brasileño que habita al oeste del río Miranda, en la frontera de Mato Grosso del Sur con el Paraguay, más precisamente en la reserva indígena Kadiwéuo.
La pintura corporal es la expresión más notable del arte Caduveo
(Ver más en Wikipedia y aquí)

(8) Jacques Lacan, op. cit., página 275

(9) Idem.

(10) Conrad Stein, "Séminaire sur Totem et Tabou, commentaire d'un texte de Freud" [Seminario sobre Tótem yTabú, comentario de un texto de Freud], multicopiado en siete fascículos en la Sociedad Psicoanalítica de París. Reimpresiones: 1966, Aufman Laroche, Montreal, "Association d'études freudiennes". Mencionado por Lacan también en la sesión del 29 de mayo de este seminario

(11) Jacques Lacan, op. cit., página 275

(12) Idem, página 276

 

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