Notas
y comentarios
Sesión del 9
de enero de 1963
La angustia no es sin objeto
Una vez producida la invención del objeto "a" por la vía de la notación algébrica (ver notas y comentarios), lo que se plantea es dar cuenta de ese nuevo objeto, "externo a toda definición posible de la objetividad" (1)
El primer lugar, Lacan recuerda los problemas que plantean las evidencias pertenecientes al campo de la estética transcendental kantiana, es decir, las formas del espacio y el tiempo, que no son propiedades objetivas de las cosas mismas, sino formas a priori de la sensibilidad (de la facultad de las sensaciones) (2), en particular, a partir del momento en que los científicos tuvieron que admitir que, "en cierto nivel de la física, los dos registros, espacial y temporal, no podían seguir siendo considerados variables independientes" (3)
La experiencia analítica, en cambio, "plantea e instituye que ninguna intuición, ninguna transparencia, ninguna Durchsichtigkeit - término de Freud - que se funde pura y simplemente en la intuición de la conciencia, puede ser considerada original, ni válida, y no puede por lo tanto constituir el punto de partida de ninguna estética transcendental" (4)El punto capital es comprender que el sujeto es "de entrada y primitivamente inconsciente, debido a lo siguiente: que debemos considerar anterior a su constitución la incidencia del significante. El problema es el de la entrada del significante en lo real y el de ver cómo de eso nace el sujeto" (5) (subrayado mio)
¿Qué cuerpo debemos considerar para poder pensar qué le permite a este significante encarnarse?
Evidentemente, no tiene sentido intentar abordar al cuerpo bajo las categorías de la estética transcendental. Tampoco podremos considerarlo "constituible a la manera en que Descartes lo instituye en el campo de la extensión" (6)
Ni es dado de forma pura y simple en nuestro espejo, tal como el análisis de las diferentes perturbaciones de lo imaginario asociadas a la angustia lo ha demostrado en las sesiones previas. Justamente, el "paso de la imagen especular al doble que se me escapa" es el punto que permite mostrar "la función del a". ¿Como se efectúa esa transformación "que convierte a un objeto situable, localizable, intercambiable, en esa especie de objeto privado, incomunicable y, sin embargo, dominante que es nuestro correlato en el fantasma"?
Aquí Lacan hace referencia a un "pequeño esquema que les he puesto en la pizarra" (que no ha sido dibujado en las ediciones Seuil y Paidos), que no es otro que el esquema óptico, el cual da "algunas de esas richtigen Vorstellungen, representaciones correctas" que permiten "reconstituir para nosotros la estética transcendental que conviene a nuestra experiencia" (7).
En particular, lo que hemos podido verificar en los diferentes análisis con este esquema es que la angustia "no es sin objeto" (8)
Esta relación de "no ser sin tener" no significa que se sepa de qué objeto se trata, ya que ese objeto no es, estrictamente hablando, el objeto de la angustia. Este "no sin" proviene del latín, donde se dice "non haud sine", que "es cierto tipo de vínculo condicional que vincula el ser con el tener en una especie de alternancia. No es ahí sin tenerlo, pero en otra parte - allí donde está, eso no se ve" (9)
Lacan recuerda que esta fórmula del "no es sin tenerlo" ("il n'est pas sans l'avoir") (10) ya fue planteada respecto a la relación del falo con el ser del sujeto. Esto fue en la sesión del 11 de febrero de 1959, del seminario "El deseo y su interpretación" ("el momento decisivo, aquél alrededor del cual gira la castración, es éste: uno puede decir que él [el sujeto] es y que él no es el falo, pero él no es sin tenerlo", en tanto que la posición femenina queda marcada por "ser sin tenerlo")El ejemplo al que apela ahora Lacan para actualizar este problema es el intercambio de mujeres (retomando los análisis estructurales de Lévi-Strauss), cuyo "verdadero secreto" es que debajo de ese intercambio, "hay falos que van a llenarlas. Es preciso que no se vea que es el falo lo que está en juego. Si se ve, angustia" (11)
En suma, la angustia, abordada nuevamente por el costado de las perturbaciones de lo imaginario, vuelve a plantearnos el problema del estatuto de objeto que interviene en esas perturbaciones, y que nos lleva a decir que ella, la angustia, no es sin objeto.
Lo cual nos conduce al complejo de castración, con las eventuales reformulaciones que la invención del objeto a pueda plantear (ver notas y comentarios)
Notas
(1) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 98
(2) La "estética trascendental" es la parte de la "Crítica de la razón pura" (disponible aquí) que estudia la sensibilidad.
Ver resúmenes o referencias en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Crítica_de_la_razón_pura
http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/Kant/Kant-EsteticaTrascendental.htm
http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Resumenes/Kant-Resumen.htm(3) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 99
(4) Idem
(5) Idem
(6) Idem, página 100
(7) Idem
(8) Idem, página 101
(9) Idem
(10) La traducción de Paidos es por lo menos sorprendente: "él no deja de tenerlo".
No tengo idea de porqué Enric Berenguer ha tenido esta "ocurrencia", donde reemplaza el verbo "ser" por "dejar", y elimina el "sin".(11) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 101