Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "Lógica del fantasma", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Sesión del 1 de febrero de 1967
"Una pregunta a Jakobson"

Notas de lectura y comentarios
La ubicación de las citas es indicada con paginación de la edición Paidós

En la fábula de Chuang Tzeu, la mariposa del sueño no es otra cosa más que lo que lo designa a él mismo como.
En la medida en que el Yo es mancha sobre fondo, se plantea como origen de la mirada, inaugurando “lo que es del orden del Yo en la relación escoptofílica” (137)

Pero solo invocando la repetición y haciéndola entrar en juego podremos inscribir y precisar lo que da al objeto a tal privilegio en el estatus del Yo cuando éste se plantea como deseo. Ese campo de la repetición tiene una estructura topológica. Las superficies “no han de considerarse bajo un ángulo espacial, sino por cuanto cada punto allí testimonia una estructura que no puede excluirse de ellas” (138)

Esta era la cuestión para desarrollar en esta sesión. Pero resulta que ese día hay huelga, y Lacan señala que al igual que todo hombre que se aplica a la “operación del pensamiento”, es “muy amigo del orden”, uno de cuyos “fundamentos más esenciales” es “la huelga” (140). Motivo por el cual, en lugar de dar el seminario, solo lo anunciará como tal. La ocasión cuenta con la presencia de Román Jakobson, que ha aceptado responder preguntas.

Para desarrollar su propia pregunta, Lacan retoma lo que iba a ser el punto de inicio de su intervención, “cogito ergo Es”, con el juego de palabras de la homofonía entre el “es” latino y el “Es” alemán (con el que Freud designa la función del “Ello”), señalando que lo que está en juego ahí es ese famoso “Ello”, pensado por los postfreudianos como “una especie de otro sujeto”, un yo constituido de otro modo, de calidad sospechosa, un “outlaw del yo”, un yo proscripto, forajido, “un yo malo” (141).
Si pretendiésemos sustancializarlo a partir de lo que nos llega de un oscuro “empuje interno”, no sería más que lo que ha constituido esa modalidad de sujeto que llamamos el yo.
Pero a partir del Otro tachado, lugar donde se sitúa la afirmación de la palabra, queda cuestionado el estatus de la segunda persona.

De ahí el reconocimiento de la ambigüedad en torno a la necesidad del proceso que lo llevó a introducir, en los comienzos de su enseñanza, lo propio del inconsciente con el término de “intersubjetividad”, término que “se acepta con excesiva facilidad”, arrastrando equívocos, entre los cuales, el más peligroso es el “estatus de la reciprocidad” (141), que es lo que en la psicología ha funcionado como “amparo de todos los desconocimientos respecto al desarrollo psíquico”.

De lo que se trata es de lo que está en juego en ese gran Otro cuyo lugar ha sido sostenido en la tradición filosófica por la imagen de ese Otro divino, vacío, que Pascal designa como “Dios de los filósofos”.
Seguir el pensamiento de Freud no es en el sentido en que “el historiador de la filosofía puede definirlo para minimizarlo haciendo notar que en tal o cual punto Freud no pasó más allá” (142).
Lo que nos interesa no es lo que Freud pensó como individuo en su vida útil sino “el objeto que él descubrió” (142) y para encontrar las aristas del mismo el mejor camino es seguir el rastro de ese pensamiento.
El origen del procedimiento de Freud respecto a ese objeto, el punto de partida irreductible de la novedad freudiana, es la repetición.

Posición de la disciplina

Esa investigación en cierto modo se repite en la cuestión que plantea una enseñanza que supone que hay sujetos para los cuales el nuevo estatus del sujeto implicado por el objeto freudiano se ha realizado, es decir, que supone que hay analistas. Sujetos que sostendrían en sí mismos algo que se acerque a ese nuevo estatus del sujeto que la existencia y el descubrimiento del objeto freudiano gobiernan. Serían sujetos a la altura de esto: que “el Otro no existe”, y “sin embargo, hay una Bedeutung” (1) (143).
Volviendo a la enseñanza, lo que se pregunta Lacan es “¿qué ocurre con una enseñanza que también presupone la existencia de lo que, con seguridad, no existe?”
Ya que aparentemente “todavía no hay ningún analista que pueda decir que sostiene en sí mismo esta posición del sujeto” (144)

¿Qué lo autoriza a Lacan a tomar la palabra como “dirigiéndose a estos sujetos aun no existentes”?

Las cosas no dejan de apoyarse en algunas suposiciones, acerca de las cuales lo menos que cabe decir es que son dramáticas. Esto es lo que Lacan pretende clausurar ese año con una clausura lógica
Sea lo que sea lo que lo autoriza, no estaría solo. ¿Acaso porque le supone a Jakobson una posición similar? (como se puede deducir de la pregunta que le hace).

Lo que le pregunta a Jakobson es si su enseñanza sobre el lenguaje “es de tal naturaleza que exija un cambio radical de posición en el nivel de lo que constituye el sujeto entre quienes lo siguen” (144)
Rápidamente corrige y acomoda señalando que se refiere a un sujeto lógico, y de lo que él atañe de disciplina de pensamiento en quienes, por su pensamiento, son introducidos a esa posición. En cierto sentido, podríamos decir que se está preguntando por la naturaleza o estatuto de una enseñanza que no respondiese al discurso universitario.
Aplicada a Jakobson, la pregunta es si tiene algún sentido, en las consecuencias de lo que él enseña, el término “discípulo”.

Lacan dice que para él, ese término no tiene sentido, queda literalmente disuelto por el modo de relación que tal pensamiento inaugura.
Discípulo puede distinguirse de disciplina. Si se instaura una disciplina que es también una nueva era en el pensamiento, algo que nos distingue de quienes nos precedieron, “nuestra palabra no exige discípulos”.
.

 

Jakobson

Preguntas

Audry preguntó si algunas estructuras del lenguaje remiten a la estructura misma del sujeto, en su posición en relación al Otro. De comentarios del libro “lenguaje infantil y afasia”, retuvo que la confusión de fonemas como B-P, D-P, M-N, son confusiones que existen en el aprendizaje de la palabra, en tanto el niño aprende los fonemas en un orden determinado, y si la persistencia de esas confusiones a la edad del aprendizaje de la escritura podía marcar el deseo del niño de mantenerse en esa posición infantil.

Luce Irigaray preguntó por la relación del sujeto de la enunciación y el sujeto del enunciado a propósito de los shifters

Jean Oury preguntó por la noción de contexto en lingüística, interesado por cuestiones institucionales. En particular, si en las relaciones entre el plano semántico y el plano sintáctico hay un verdadero problema o una serie de falsos problemas

Lucien Méleze preguntó si el soporta vocal fue estudiado como representando una posición del sujeto en relación al cuerpo del Otro.

Cultura y naturaleza

Para aprender cada lengua, el niño está preparado por un cierto modelo innato. El límite entre la naturaleza y la cultura cambia. Hay animales en los que la función del aprendizaje tiene importancia y por otra parte, en los niños humanos hay importancia de modelos innatos.
Aprender una lengua, a cierta edad es la posibilidad de adquirir un código. Y a partir de cierta edad, un niño pierde la capacidad de aprender su primera lengua. A partir de los 7 años no será capaz de adquirir la primera lengua.

La adquisición de los pronombres.

Es la posibilidad de ser “yo” (“tú no eres yo”, “yo soy yo y tú eres tú”, a punto tal que olvida su nombre siendo principalmente “yo”). Jakobson ejemplifica con algunas referencias a casos de problemas de egocentrismo trabajados a partir del uso de los pronombres.

La adquisición de la predicación

La predicación ya no es la dependencia de un código, es la libertad individual.
Reencontramos el mismo problema en la afasia, y en la antropología. Hay pueblos, como por ejemplos los Dayaks, donde es considerado un pecado, y castigado como el incesto el atribuir ciertas acciones de un tipo de animal a otros.
No hay una regla universal respecto del desarrollo de cierta libertad.
Respecto de las relaciones entre semántica y sintáctica, para Jakobson se suele presentar una oposición demasiado rígida entre los dos fenómenos. Para un lingüista no hay fenómenos de lenguaje que no posean un aspecto semántico. La significación es un fenómeno que concierne cualquier nivel del lenguaje.
La lengua tiene varias articulaciones. La significación comienza desde el principio.

El contexto

El problema más actual de la lingüística es el problema interdisciplinario, es decir, el problema del contexto.
Cada lengua supone varios sub código, y los bilingües tienen la posibilidad de hablar dos lenguas diferentes, y el fenómeno de cómo, en los bilingües, una lengua es cambiada por influencia de la otra. Ejemplo del ruso y el francés.
Hay una imposibilidad de código del ruso de emplear en el mismo mensaje el ruso y el inglés, o el ruso y el alemán, porque introducir palabras, expresiones alemanas, en una frase rusa, era considerado un fenómeno cómico. En cambio se puede introducir en esa frase, tantas palabras en francés como rusas (Ejemplo la guerra y la paz de Tolstoi)
“Desde el punto de vista de mi generación de intelectuales rusos, el francés no era una lengua sino simplemente un estilo del ruso hablado”
Los fenómenos gramaticales que aparecen en nuestra lengua, cada uno tiene su función, pero si hablamos en otra lengua podemos expresar lo que está ausente en la gramática de la primera lengua.
Si en inglés digo que pasé la última velada “with a neighbour” no estoy obligado a especificar si ese “neighbour” (vecino) es hombre o mujer ya que “neighbour” es neutro. En cambio en francés, o en alemán, no podré hacer ese comentario sin especificar el género.

Marca de la disciplina

Respecto de la pregunta de Lacan, le pide que la vuelva a formular.
Lacan pregunta si piensa que alguien profundamente formado en las disciplinas lingüística engendra en él una marca tal que su modo de abordaje de todos los problemas, incluidos los problemas morales, es algo que lleva una marca absolutamente original. En particular s el modo de relación que hace surgir en él el hecho de ser el que transmite esa disciplina es algo que hace que, para él, haya la dimensión de lo que es ser un discípulo.
La respuesta de Jakobson es que la presión de la disciplina es enorme. Si leemos las biografías de los grandes lingüistas veremos que ya están predispuestos a ello a los 6 u 8 años. Para Jakobson, el lingüista es un hombre que preservó una actitud infantil hacia la lengua, y que la lengua misma deviene para él el fenómeno más esencial.

Notas

(1) Lacan asocia esta “Bedeutung” con una “sustancia estructural”: Esa Bedeutung no tiene otro nombre que “la estructura” en tanto que es real.
Cortando la banda de Moebius en dos, a lo largo de la misma, se obtiene un toro, y “la estructura es que una cosa que es así, es real”, lo que es real bajo el nombre de estructura tiene exactamente la naturaleza de lo ahí dibujado.
Hay, de algún modo, una “sustancia estructural”, y esto “no es una metáfora” (144).
En esta sesión no hay más desarrollo que estos planteos.
Los retomaremos mejor más adelante

 

 

Vover al índice de notas y comentarios de la sesión del 1 de febrero 1967