Charla en Sainte Anne del 3 de febrero 1972
"Topología de la palabra"
Notas de lectura y comentarios
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las citas es indicada con número de página de la edición Paidós
1 - Topología
Lacan deduce el cuadrípodo desde el tetraedro.
La topología no es algo tan nuevo, puesto que podemos remontar hasta Leibniz la idea de tomar de la geometría las relaciones, no en términos cuantitativos sino posicionales. De hecho, la primera definición de la topología es en términos de posición, “situs”. Todo lo que sea el tratamiento de figuras o cuerpos en términos de posiciones y relaciones entre estas, está incluido en la topología. Por eso hay diferentes muchas ramas en la topología, como son el estudio de las superficies, de los grafos, de los vectores, etc.Por ejemplo, los esquemas de las líneas y estaciones del subte de Buenos Aires son un grafo homeomorfo (1) con la red de subterráneos. Las distancias y tamaños entre uno y otro no importan, sino las estaciones consideradas como puntos posicionales y las aristas del grafo como equivalente de las vías que conectan esas estaciones. La teoría de Grafos es el estudio de estructuras matemáticas que se usan para modelar relaciones entre objetos de una colección. Un grafo es un par de conjuntos G = (V, A), donde “V” es el conjunto de vértices y “A “ es el conjunto de aristas. Los grafos pueden ser simples, conexos, completos o bipartitos
Cuando se hace referencia a la topología “lacaniana” se suele pensar más en la topología de superficies. Pero los grafos también son topología.
El esquema Lambda o el grafo del deseo son una topología de grafos.
En el Seminario 6, Lacan caracteriza su grafo del deseo planteando que “no hay otro fundamento posible del discurso que el basado en estas estructuras en las cuales se inscribe la posición topológica de los elementos y de sus relaciones”(2) .
También tendremos una topología de nudos. En la próxima sesión del seminario, la del 9 de febrero, Lacan introducirá el nudo Borromeo. Para ello hará un tratamiento topológico, es decir, establecer las relaciones de anudamiento entre esos anillos. Lo que importa de esos anillos no es su tamaño o forma sino como quedan anudados, ya que esto es lo que define la relación entre ellos. En algún sentido, es parecido a pensar como quedan relacionados, a través de los vectores, los vértices del cuadrípodo de la estructura de los discursos. Lo topológico de los anillos es el modo de su anudamiento, y como quedan así relacionados lo que está representado en cada uno de los anillos (como será el caso de los verbos demandar, rechazar y ofrecer).Volviendo al caso del tetraedro y el cuadrípodo, tenemos una mezcla de topologías. En tanto superficie que recubre un cuerpo es homeomorfo con la esfera (como es el caso de todos los poliedros). Pero Lacan no lo trata como una superficie. Lo que toma del mismo son sus vértices y aristas, pasando, por lo tanto, a una topología de grafos. A esas aristas las trata como vectores (también existe una topología de vectores). La vectorización de las aristas ordena las relaciones entre los vértices. Este grafo se puede volcar sobre el plano, respondiendo a las relaciones vectoriales, de modo que en los vértices superiores llegan dos vectores y sale uno, y de los vértices inferiores sale dos vectores y llega uno.
Luego Lacan elimina el vector que relaciona los vértices inferiores. Este paso puede parecer uno más en la serie que nos conducen al cuadrípodo, pero es fundamental, en tanto introduce el elemento heterogéneo (la imposibilidad), en la estructura del discurso entre las posiciones de la producción y la verdad.
Este esquema se completa con la serie de los significantes (S1, S2, a y $) que se van a ir ubicando (y rotando) en cada posición, resultando la secuencia de los cuatro discursos (amo, histérico, analista y universitario).
Al completar esta deducción del cuadrípodo desde el tetraedro, Lacan señala que “esta es la topología fundamental de la cual resulta toda función de la palabra” (66)
La referencia inicial al tetraedro es una metáfora espacial de la idea que la estructura del discurso da un “asiento” al lazo social, y no se reduce a una relación entre los polos emisor y receptor de la comunicación.
2 - Función de la palabra
El discurso del analista hace surgir la pregunta por la “función de la palabra”, al agregar al recorrido iniciado con la introducción de “Función y campo de la palabra y el lenguaje” esta formalización de los discursos.
La existencia del discurso analítico precede esta formalización en casi tres cuarto de siglo. Por lo menos desde Freud.
Y no hace falta que quienes soportan ese discurso sean lacanianos para que funcione, aclarando, no obstante, que ser soportes no quiere decir más que “supuestos”.Por un lado Lacan plantea la relación de la palabra con la verdad y el decir: la función de la palabra es la de ser “la única forma de acción que se plantea como verdad”, “es el origen de todos los hechos ya que algo no adquiere el rango de hecho más que cuando es dicho” (67). Lo que permite definir el valor de verdad es la enunciación (es lo que permite que decir “yo miento” pueda ser verdadero).
La palabra, en tanto la que le da al hecho su estatuto, denota hechos. Pero la mayor parte del tiempo sirve también para “suplir el hecho de que la función fálica sea lo que hace que, en el nombre, no haya más que relaciones malas entre los sexos” (68). Es decir, que estemos al nivel de la significación. El falo es la significación, “aquello por lo cual el lenguaje significa. Hay una sola significación, es el falo”. Los vectores que salen de la verdad se dirigen al semblante y al goce.
Ese goce al que se dirige el vector de la derecha no es el goce sexual, sino el goce fálico.
Por eso a la izquierda es necesario que exista la posición del semblante, correlativo de ese goce fálico que hace “obstáculo a la relación sexual”. Si este fuera el “goce específico de la polaridad sexual”, lo sabríamos, y no tendríamos esta estructura de discurso, no tendríamos una función de la palabra, tendríamos directamente la relación sexual. Cuando está en juego la función de la palabra, es importante que estén definidos lo dos polos, “el del semblante y el del goce” (68) con los que la palabra suple esa situación. Hombre o Mujer harán semblante, porque “cada uno tiene más bien relación con Φ, con el falo, antes que con el otro, con el partenaire”.El discurso y el deseo tienen la más estrecha vinculación.
El deseo esconde la verdad por la falta de significante, y detrás de esta falta, encontramos el objeto a.
Cuando estamos tomados por algún discurso, “el objeto a es aquello mediante lo cual el ser hablante, cuando es captado en discursos (…) es determinado como sujeto, es decir, como sujeto dividido”. Esto va a producir, matemáticamente, “el objeto a como causa del deseo”.3 - El saber del analista
¿De dónde viene el sentido?
Se lo piensa habitualmente como una simple interpretación. ¿Esto viene de un contenido, de un significado ideal, o de una imposibilidad?
Lacan señala que “cuando enganchamos algo que puede parecerse a un sentido, el significado de un significante viene siempre del lugar que el mismo significante ocupa en otro discurso”. Así, el sentido de la verdad en el discurso del analista no proviene directamente de la posición de la producción en el mismo discurso sino del giro que traslada el saber de la posición de la producción en el discurso histérico a la posición de verdad en el discurso del analista. Lo que hay en la posición de la verdad, en el discurso analítico, llega del lugar de la producción en el discurso de la histeria, el saber S2.
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Este traslado, en el cuarto de giro de los discursos, es correlativo de la imposibilidad que Lacan ubicó con la eliminación del vector que unía los vértices inferiores del cuadrípodo, entre el plus de goce (o lugar de la producción) y la verdad. Esa imposibilidad señala, de algún modo, lo heterogéneo en la estructura. Podríamos decir que en el cuadrípodo completo, sin eliminar el vector inferior, tenemos un sistema de relaciones homogéneo, un esquema completo de transformaciones. Podríamos organizarlo, sin problemas, como un grupo de Klein. Al quitar ese vector inferior se ubica el lugar de cierta imposibilidad, y por lo tanto, de una heterogeneidad.
Ningún sentido de discurso, por solo sostenerse a partir de otro, es más que sentido parcial.
El saber del analista, entonces, está en la posición de la verdad. Si la verdad nunca puede más que semi decirse, “ese es el núcleo esencial del saber del analista”, “en el lugar de la verdad se encuentra S2, el saber” (77).Lacan lo metaforiza con un ejemplo tomado de Perelman y debatido en el texto “La metáfora del sujeto” : “un océano de falsa ciencia” es quizás “el saber del analista”.
Recordemos que para Perelman (3) la metáfora es una analogía condensada, y una analogía es una similitud de relaciones. El esquema típico de la analogía es la afirmación de que A es a B como C es a D (denomina "tema" al par que es objeto de discurso y "foro" al segundo, y gracias al cual se efectúa la transferencia). Habrá metáfora cuando, a partir de la analogía A es a B como C es a D, para designar A, se lo hace como el C de B o, incluso, cuando se afirma que A es un C. Si tenemos la analogía "la vejez es a la vida lo que el atardecer es al día", estaremos calificando metafóricamente a la vejez al decir que es el "atardecer de la vida", o incluso, simplemente un "atardecer" (4). En suma, Perelman funda la función de la metáfora en la relación de un significante con otro, en tanto un tercero lo reproduce haciendo surgir un significado ideal.Para Lacan, los cuatro términos de la metáfora no deben hacernos olvidar que "su heterogeneidad pasa por una línea divisoria - tres contra uno - y se distingue por ser la del significante al significado" (5).
La metáfora es "el efecto de la sustitución de un significante por otro dentro de una cadena, sin que nada natural lo predestine a la función de "foro", salvo que se trata de dos significantes, reductibles, como tales, a una oposición fonemática" (6).
Esta discusión es similar a la que Lacan sostiene con los planteos de Laplanche en su intervención en el coloquio de Bonneval sobre el Inconsciente , recordando que no debe olvidarse que "cuando se trata, en la metáfora, de destacar el efecto de sentido, no se puede nunca, sin tomar precauciones y de esa manera tan azarosa, manipular esa barra en una transformación fraccionaria" (7), ya que en ese caso se está tratando a los cuatro términos como homogéneos.Según Perelman, el ejemplo de la metáfora “un océano de falsa ciencia” (8) “sugiere diferentes puntos de vista y actitudes según se entiendan los términos B y D como “nadador” y “científico” respectivamente; o "una corriente", y "la verdad"; o "la tierra seca" y "la verdad". Todas estas analogías, presentes simultáneamente en la mente, se fecundan y se influyen mutuamente, sugieren desarrollos variados, entre los cuales sólo el contexto permitiría una elección, rara vez desprovista de ambigüedad e indeterminación” (9). Lacan la reescribe de modo de “restaurar lo que la traducción tiende ya a adormecer”, siguiendo su fórmula de la metáfora.
En efecto, la metáfora original (en inglés) es “an ocean of false learning” (10).
Luego de desmenuzar la argumentación de Bekerley, Lacan señala que lo que se produce en el lugar del signo de interrogación en la segunda parte de la fórmula “es una especie nueva dentro de la significación” (11).
"La enunciación nunca se reducirá al enunciado de discurso alguno”. El “je” de esta elección nace en una parte distinta de aquella en la que se enuncia el discurso, precisamente en el que lo escucha.4 - La escisión del muro
La “escisión del muro” retoma, de algún modo, la imposibilidad marcada en la estructura de discurso, o en la heterogeneidad en juego entre los términos de la metáfora.
De un lado del muro, delante del muro, tenemos la palabra y los discursos, es decir, el sentido. Hay sentido para quienes, frente al muro, siguiendo la sugerencia de Leonardo Da Vinci, se complacen con las manchas de moho, de un modo similar a lo que podría resultar de mirar las nubes en el cielo, para transmutarlas en madonas y todo tipo de cosas. “La mancha en cuestión es lo figurativo mismo” (72)Y del otro lado del muro, más allá del muro, “ese real que se señala por lo imposible de alcanzarlo más allá del muro” (73).
Allí algo trabaja, quizás matemáticamente: “un discurso llamado ciencia encontró el medio para construirse detrás del muro” (74), pero queda claro que “es estrictamente imposible dar una sombra de sentido a lo que sea que se articule en términos algebraicos o topológicos” (74).Lacan refiere a los intentos de René Thom por explicar, “no solo lo que se traza sobre el muro, sino todo lo que pasa en el campo de la vida, por medio del número, del álgebra, de las funciones, de la topología” (74).
Esa pretensión alcanza incluso a la extrapolación de pensar que “la topología puede proveer una tipología de las lenguas naturales”.René Thom fue un matemático francés, medalla Fields (12) en 1958 por sus trabajos anteriores sobre topología diferencial, en particular la teoría del “cobordismo”. Siguiendo una serie de cuestionamientos, acabó entreviendo un “sistema del mundo” y derivando hacia la filosofía. Obtuvo cierta notoriedad con su “teoría de las catástrofes” elaborada durante la segunda mitad de los años 1960, presentada con fórmulas simples y esquemas con nombres poéticos (pliegue, fruncido, cola de milano, etc.). Su lenguaje universal, descriptivo y cualitativo permitía establecer diálogos inesperados entre áreas científicas muy diversas como la física, la lingüística, la biología y …. el psicoanálisis. Esta pequeña revolución epistemológica fomentada desde las matemáticas agitó durante un tiempo varios ambientes culturales inspirando incluso artistas como Salvador Dalí (los cuadros de su “serie de las catástrofes” (13)) o el cineasta Jean-Luc Godard.
Su primer trabajo fue el libro "Estabilidad estructural y morfogénesis", en el que intenta presentar un método universal que permita asociar a toda apariencia morfológica una situación dinámica local que la engendra con independencia del sustrato para el cual sirve de soporte, una tentativa sistemática de pensar en términos geométricos y topológicos los problemas de la regulación biológica, tales como la estabilidad estructural de las formas.
La conexión de los modelos de la teoría de las catástrofes con la lingüística parte del “concepto de continuidad de los programas morfogenéticos desde la biología (desde la célula hasta el cuerpo entero) hasta el comportamiento del hombre (y del animal) y sus medios de comunicación, especialmente sus medios de simbolización, incluido el uso del lenguaje. El denominador común de todos estos fenómenos consiste, según Thom, en la organización espacial y temporal, cuyos arquetipos se reflejan en la topología diferencial, las singularidades, las bifurcaciones, los despliegues estables” (14).Como lo señalará Lacan cuando retorne la vez siguiente a Sainte Anne, para la charla del 3 de marzo, “habrá por cierto algo infinitamente satisfactorio en considerar que el lenguaje está modelado según las funciones que suponemos propias de la realidad física, incluso si esta no es abordable más que por el sesgo de una funcionalización matemática” (92), pero , mientras no haya explicado de modo exhaustivo aquello con lo cual, pese a todo está obligado a explicar todo eso, a saber, el lenguaje común y la gramática que lo rodea, “seguirá habiendo una zona que denomino zona del discurso, y que es aquella sobre la cual el analítico de los discursos arroja una luz viva” (76)
Delante del muro pasan otras cosas, que son lo que Lacan llama discursos. Es posible que aparte de los cuatro suyos, haya habido otros, “de los cuales no conocemos nada que no sea lo que converge en estos que son los cuatro que nos quedan” (75), que se articulan de la ronda del a, del S1, del S2 y del $.
Cómo se tuvo idea de lo que hay más allá del muro es lo que Lacan desarrolla en el seminario con la pregunta sobre cómo hace su entrada el Uno.
Ya vimos que “deben de entrada ser dos para que haya S1” (73), deben ser dos incluso para que uno solo surja: “el cero y uno, como se dice, son dos” (74).
Pero esto es infranqueable. Se lo franquea cuando somos lógicos, como lo indicó cuando se refería a Frege.
Notas
(1) homeomorfismo (del griego ὅμοιος (homoios) = misma y μορφή (morphē) = forma
(2) Jacques Lacan, Seminario VI “El deseo y su interpretación”, editorial Paidós, página 71
(3) Perelman, “Traité de l'argumentation”
(4) Perelman, ”Analogía y metáfora en ciencia, poesía y filosofía”, Revista de Estudios Sociales n° 44, 2012
(5) Jacques Lacan, "La metáfora del sujeto", Escritos 2, Editorial Siglo XXI, página 848
(6) Idem
(7) Jacques Lacan, El seminario Libro XI, "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis", Editorial Paidós, página 256
(8) Berkeley, ”Les trois dialogues entre Hylas et Philonous”, ”Tres diálogos entre Hylas y Filonús”
(9) Perelman, “Traité de l'argumentation” , PUF 1958, página 537
(10) Berkeley, ”Three dialogues between hylas and philonous”, Hylas dice: “What doubts, what hypotheses, what labyrinths of amusement, what fields of disputation, what an ocean of false learning, may be avoided by that single notion of IMMATERIALISM!” (“¡Qué dudas, qué hipótesis, qué laberintos de diversión, qué campos de disputa, qué océano de falso saber, pueden ser evitados por esa sola noción de INMATERIALISMO!”).
(11) Jacques Lacan, “La metáfora del sujeto”, Escritos 2, Editorial Siglo XXI, página 849
(12) Premio para matemáticos equivalente al Nobel para otras áreas.
(13) Selecciono, entre los varios cuadros de esa serie, este, titulado “cola de golondrina y violoncellos”. En el mismo sitio se pueden verlos demás cuadros de la serie
(14) Wolfgang Wildgen, "Comment appliquer la théorie des catastrophes en linguistique / sémiotique : une considération critique".