Comentario de Textos |
"El amor es dar lo que no se tiene...¿a quien no lo es?"
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1 - Introducción
"El amor es dar lo que no se tiene a quien no lo es" parece ser una de las "definiciones" del amor que más difusión han tenido. Y con igual frecuencia suele pensarse que la misma se debería a Lacan, amén de algunos que se la atribuyen a Platón.
¿Es así? ¿Han definido Lacan (o Platón) el amor en esos términos?
En parte si, en parte no.
La fórmula que corresponde a Lacan, ciertamente, es "el amor es dar lo que no se tiene". Pero el agregado "a quien no lo es" es muy discutible. Sin embargo, esto no ha sido óbice para que la fórmula se difundiera y popularizara ampliamente bajo la forma de ese enunciado "completo". Una simple "googleada" sobre el tema puede ilustrar la extensión de esa difusión y brindarnos un conjunto de citas escritas. He recopilado parte de esa enorme cantidad de referencias disponibles, en el Anexo I: Referencias en Internet¿Cuál es la relevancia de esa tergiversación de la "cita" y a qué se debe su tan amplia difusión?
1.1 - El valor de las citas
Respecto de la tergiversación, cabría señalar que la literalidad de las citas no es una cuestión menor en psicoanálisis. No se trata de un mero "respeto debido" a los autores (pendiente que solo nos conduciría a una postura superyoica) sino de la relación estructural entre lectura y escritura que implica el abordaje y desciframiento de cualquier texto.
"Citar" como corresponde (es decir, citar lo que cabe citar), tanto en el caso de Lacan, como de cualquier otro autor, es una cuestión de método para poder "leer" esas referencias, es decir, para poder seguir la lógica de ese escrito. De lo contrario, al repetir sin ton ni son (es decir, sin "leer") que "el amor es dar lo que no se tiene a quien no lo es", o cualquier otra fórmula similar, solo estaremos empantanándonos en el imaginario de un malentendido general (para el caso, una fórmula oblativa de la relación sexual), donde cada cual irá a comulgar su fantasma personal.En su "Pequeño discurso a los psiquiatras" (1) Lacan nos sugiere que la mejor manera de poder despegarnos de sus dichos, de poder decir algo "original", es citándolo correctamente. Evidentemente, esto va más allá de despegarnos de Lacan solamente. No hay manera de encontrar algún margen de "libertad", "creatividad", o como quieran llamarlo, que no pase por asumir nuestras determinaciones. Y citar mal no deja de ser una forma de negar esas determinaciones. Tener presente lo que ha dicho Lacan, conocer lo que han dicho otros analistas, es un camino necesario porque esos dichos nos determinan, nos anteceden y nos hacen decir (lo sepamos o no, nos guste o no) en función de lo que ellos ya han dicho.
Obviamente, no se trata de caer en la paranoia de que todo ya fue dicho. Borges ya nos advertía que "la certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma" (en "La biblioteca de Babel"). Es nuestra propia lectura, nuestro propio trabajo, el que debe confirmar, tanto la autoría como la literalidad de las citas que usemos. La coherencia de cualquier trabajo depende en gran parte de esas confirmaciones, del mismo modo que la "originalidad" que ese trabajo pueda presentar se mide, entre otras cosas, por cuanto habrá sabido "dar al Cesar lo que es del Cesar" !! ;-)1.2 - Jugando con el argot del psicoanálisis
Respecto de la difusión, se me hace presente un viejo reportaje que le hizo George Sylvester Viereck a Freud en 1926 (cuando Freud ya tenía 70 años), titulado "El valor de la vida", que desde hace un tiempo viene difundiéndose por internet. Allí Freud se permite decir que "el interés americano por el psicoanálisis no se profundiza. La popularización lo lleva a la aceptación sin que se lo estudie seriamente. Las personas apenas repiten las frases que aprenden en el teatro o en las revistas. Creen comprender algo del psicoanálisis porque juegan con su argot. Yo prefiero la ocupación intensa con el psicoanálisis" (subrayado mío).
No dispongo de la circunstancia ni de la posición de Freud para poder delimitar tan sencillamente una situación así, pero pareciera que lo que dice Freud del "interes americano por el psicoanálisis" sería algo perfectamente transportable a nuestra "actualidad". No podría atribuirselo genéricamente al psicoanálisis de Francia, o al de Buenos Aires o de otro lugar, ni al psicoanálisis de tal orientación o al de tal otra. Pero la lista de casos que he reseñado en el Anexo I: Referencias en Internet no deja de constituir (por la vía misma de su extensión) un espectro de situación donde el uso de esa fórmula del amor pareciera responder más al estilo de "jugar con el argot del psicoanálisis" que al estilo de "la ocupación intensa" que Freud dice preferir.1.3 - Origen y consecuencias de una tergiversación
Voy a aprovechar, entonces, la ocasión que me brinda el "malentendido" que ha producido la difusión de este aforismo, para indagar sobre
El uso y sentido que Lacan le ha dado a su fórmula en dos momentos importantes de su enseñanza:
- en el seminario VIII "La transferencia", con su lectura de "El Banquete" de Platón
- en el seminario IV "La relación de objeto", con relación entre el amor y el donEl origen de la tergiversación de esa fórmula, que podremos ubicar en el seminario V "La formaciones del inconsciente", en el final de la sesión del 23 de abril de 1958, en la versión establecida por las ediciones Seuil y Paidos.
- Algunas de las consecuencias y atolladeros donde puede conducirnos esa difusión al estilo "jugar con el argot del psicoanálisis" que ha tenido la fórmula
Notas
(1) Jacques Lacan, "Pequeño discurso a los psiquiatras" ("Petit discours aux psychiatres", disponible aquí y aquí; hay disponibles un par de traducciones al castellano: una es la realizada por Ricardo Rodriguez Ponte, disponible aquí; otra es la realizada por Pablo Román, Roberto Pinciroli y Félix Contreras, disponible aquí), conferencia dictada en Saint Ane en noviembre de 1967.
Allí, Lacan descartó expresamente el recurso a la llamada "propiedad intelectual", en relación a la discusión sobre las "citas".
Y dice lo siguiente sobre la cuestión de las citas: "Hay una cuestión muy llamativa: es que los que hacen el trabajo de la transmisión sin citarme, pierden regularmente la ocasión, a menudo visible, como aflorando en sus textos, de hacer, justamente, el pequeño descubrimiento que podrían extraer de ahí! (...) Y porque harían el pequeño descubrimiento si me citaran? No sería por citarme, sino porque el hecho de citarme presentificaria - es lo mismo que para los nombres propios en un análisis, ya saben que es muy útil que la gente los digan - evocaría el contexto, a saber, el contexto de pelea en el que yo empujo todo esto. Por el solo hecho de enunciarlo, este contexto de pelea, eso me ubicaría en mi lugar, les permitiría, a ellos, hacer el pequeño descubrimiento posterior y decir 'pero vean, es groseramente incompleto, podemos decir algo mucho mas inteligente' ".