Comentario de Textos |
Lectura y
comentario de
"La cosa freudiana"
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Primera Parte (1)
"La cosa freudiana" es el texto correspondiente a una conferencia que Lacan dictó en Viena el 7 de noviembre de 1955, y que fue publicado poco tiempo después en el primer número de "L' évolution Psychiatrique".
Me interesan los tres primeros párrafos de la sección subtitulada "La acción analítica" que se encuentran en la página 602 de los Escritos I de la edición de Siglo XXI, y un párrafo de la sección anterior, subtitulada "La pasión imaginaria", en la página 601.
Durante la próximas clases vamos a analizar, esta vez si, en detalle, estos párrafos. Hoy quiero marcar cuál es el concepto que allí me interesa.
Se trata de lo que Lacan llama "la exclusión" y que en ese texto es lo que define el hacer analítico, puesto que allí dice que "el analista actuará", en cierta partida entre cuatro (que desmenuzaremos la próxima vez) "aportando él mismo al cuarteto, el signo primordial de la exclusión que connota el 'o bien - o bien' de la presencia o de la ausencia, que desentraña formalmente la muerte incluida en la Bildung narcisista" (Bild = imagen, cuadro; ung = terminación que da el sentido de realización de la acción; Bildung = formación de la imagen)
El término exclusión tiene aspectos semánticos variados.
Deriva del latín clásico excludere (hacer salir) que es de donde deriva también eclosionar vía el exclaudere (claudere = cerrar, exclaudere = hacia afuera de un cerramiento) del latín popular. Eclosionar fue perdiendo, a partir del siglo XVII, ese sentido de "hacer salir". En cambio el uso del término exclusión es poco frecuente antes de ese mismo siglo XVII, aunque su uso se remonta al siglo XIII ( por lo menos en Francia).
El sentido de eclosionar está asociado a cuestiones como "salir del huevo", "una flor que se abre", etc. Es decir, asociado a las nociones de nacimiento, advenimiento, desarrollo, etc. : salir, colocarse fuera de un cierto cerramiento propio, interno, o intrínseco.
Esto está implicado también en el exclusio, puesto que clusio es cerramiento, o cerrado (el término derivado en francés es "cloison").
El sentido de excluir es el de rechazar, expulsar a alguien o algo de un lugar , o el de privarlo del acceso al mismo. Este "lugar" siempre tiene una connotación, mas o menos marcada, de propio, para con el alguien o algo al que se excluye (por ejemplo se puede hablar de un jugador excluido de su equipo, etc.).
El sentido de eclosionar, como ven, es semejante al de excluir, con la excepción de que está acentuado el sentido de que esa exclusión es obligada por una lógica interna, propia, inherente, y no por una acción o relación "externa".
Estos matices semánticos no dejan de hacer eco de lo que podría ser una forma quizás metafórica de plantear la acción analítica : algo que estaba en cierto lugar debe ser expulsado, "excluido" de allí, para que allí pueda "eclosionar" otra cosa.
La falta es intrínseca a la estructura. No hay que inventarla, ella ya está ahí. No hace falta "cavarla". Esto es importante, pues cuando se quiere "ir mas rápido", el tratamiento que se hace de la falta, en este sentido de "cavarla", es mas bien el de "moldearla". Y ya hablamos de eso. La "exclusión" no debe pensarse, entonces, en ese sentido, es decir como un cavar o moldear la falta.
Tampoco hay que suponer, por otro lado, que porque la falta existe y porque el que tiene que "trabajar" es el paciente, al analista solo le queda dormir la siesta hasta la hora de cobrar. La falta está en la estructura, pero hay que saber hacer con ella. Como vimos el año pasado, toda la cuestión de las entrevistas preliminares es la de la puesta en forma de esta falta.
Ahora bien, lo que nos interesa pensar este año, no es tanto la "entrada" en análisis como la estructura del dispositivo analítico en lo que hace a la orientación de la cura. La transferencia no es mas que el modo que adopta la neurosis en relación a ese dispositivo, el "engaño" que "tiende a ejercerse en el sentido del cierre del inconsciente" (2), pues "en tanto está sujeto al deseo del analista, el sujeto desea engañarlo acerca de esa sujeción haciéndose amar por él, proponiendo motu propio esa falsedad esencial que es el amor. El efecto de transferencia es ese efecto de engaño que se repite en el aquí y ahora. Es repetición de lo ocurrido antes tal cual solo por tener la misma forma...(..)..Es aislamiento en el presente de su puro funcionamiento de engaño"(3).
Entonces, mas que analizar las diferentes estrategias del engaño, es decir de la neurosis, este año vamos a poner el acento en la estrategia del analista, en lo que "causa" ese "efecto de transferencia", que no deja de ser el punto desde donde se "dirige" la cura.
Y es en relación a esta dimensión de "causa", en relación a la cuestión del deseo del analista, que habrá que pensar la cuestión de la "exclusión".
Veremos que, en cierto sentido, podríamos definir al analista por aquel que sabe manejar la relación de exclusión, en particular, cuando y donde esta debe funcionar. El "donde", veremos, es particularmente importante, pues hay un aspecto definible del mismo : la relación de exclusión debe caer sobre el analista.
Tomando, entonces las referencias que hemos señalado anteriormente, podemos subrayar que, respecto de la cita del seminario VIII, por ejemplo, el deseo que debe ser "vaciado", para que pueda operar como instrumento, es el deseo del analista.
O si pensamos en las relaciones simbólico - imaginario, en la diferencia yo - sujeto, por ejemplo, la relación de exclusión, en lo que hace a la relación imaginaria, deberá caer sobre los "objetos", sobre el par a - a´, del analista.
Y cuando el analista ocupa el lugar del A, es decir, una vez que se ha operado esta exclusión en relación a la dimensión imaginaria, cuando está en la posición de ejercer el poder discrecional del oyente, el punto mismo desde donde cabe la posibilidad de abolir al sujeto, este poder deberá recaer sobre si mismo para de ese modo anular lo simbólico en lo que de universal tiene y permitir que "eclosione" el A particular de ese paciente, cuyo deseo debe realizarse como deseo de ese A particular que lo constituyó como sujeto en tanto objeto causa de un deseo.
Esto es lo que significa que, respecto de ese A que es el que decide de la abolición, o no, del sujeto, en tanto que "no solo el sentido de ese discurso [el discurso del paciente] reside en quien lo escucha, sino que es de su acogida de la que depende quién lo dice", que en ese punto el analista debe utilizar este "poder discrecional del oyente para llevarlo a una potencia segunda" (4), es decir hacerlo caer sobre si. Pero si mismo ya no es nadie. Por lo tanto el único sobre el cual puede caer esta abolición es sobre el A, es decir sobre todo intento de hacer consistente a un A, es decir de hacer existir un A universal. Esta es la condición para que pueda "eclosionar" la palabra verdadera del paciente, es decir su A particular.
La exclusión al nivel de los pequeños a nos abre la dimensión del gran A. La exclusión operada al nivel del gran A nos abre la vía del objeto causa del deseo. Y es esto lo que está señalado en la cita del seminario VIII, pues dejar vacío el lugar del deseo propio del analista es "excluir" el propio objeto causa para que allí pueda advenir el objeto que el paciente fue para el deseo del Otro.
La dialéctica lacaneana y psicoanalítica, por lo tanto , no se ordena en la perspectiva de una síntesis, sino a partir de una exclusión. No se trata de una causa final sino de una causa material, antecedente.
Los distintos "niveles" (R, S, I ) en que podemos considerar la exclusión no dejan de ser también diferentes "momentos" de un análisis.
El acto analítico no es ni real, ni simbólico, ni imaginario, separadamente. No hay un acto específico para cada uno de estos niveles. Hay acto, punto. Pero ese acto se puede pensar desde diferentes perspectivas.
La idea de este seminario, de lo que desarrollaremos a lo largo del año es que la relación de "exclusión", el concepto de exclusión, es esencial al acto analítico. Y esta relación de exclusión , sí , la iremos analizando en sus diferentes relaciones con cada uno de los tres R, S, I. Podríamos incluso agregar esta otra idea : la exclusión como el cuarto elemento a agregar y articular a ese trío RSI.
La única forma de que se haga presente lo que se tiene que hacerse presente es excluyendo lo que no debe hacerse presente. Si esto no se cumple lo que estará presente no es lo que debe hacerse presente para que esa cura sea analítica.
La falla en cuanto a donde hacer recaer la exclusión no deja de ser un punto de derivación de desviaciones
Retomaremos todo esto, a partir de los 2 o 3 primeros párrafos de la sección "la acción analítica", página 602 de los Escritos, la próxima vez.
(sigue en la segunda parte)
Notas
(1) Este comentario de fragmentos del texto "La cosa freudiana" fue realizada a lo largo de 4 clases, entre abril y junio de 1994
(2) J. Lacan, "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis", Seminario XI, Ed. Paidos, pag. 275
(3) Idem, pag 261/2
(4) J. Lacan, "Variantes de la cura tipo", Escritos I, pag. 318